miércoles, diciembre 02, 2009

Viaje al Desierto 1a. parte

VIAJE AL DESIERTO Y PIRÁMIDES

1er. día viernes 27 de Noviembre 2009

Salimos de Khartoum al amanecer en caravana 3 vehículos: Uno blindado blanco Land Cruiser donde iba el Embajador de USA y su esposa, su bodyguard y el chofer; el segundo atrás Laurent y Sonia solos -otra vez los del "proletariado"-.. y el tercero atrás su jefe de seguridad, el cocinero y otro chofer.
Vimos el amanecer de las actividades de la ciudad de Khartoum, el mercado, la gente que va y viene, la basura, todo se mueve.

Muy pronto llegamos a vernos envueltos por el Desierto. Laurent y yo, de pronto nos quedamos mudos pensativos, como que queríamos ver y no perder detalle, era la inmensidad, como lo puede ser el Mar, los Grandes Lagos, los grandes Ríos, las gigantes ciudades. Mas era una inmensidad que no conocíamos y con la velocidad del vehículo queríamos adueñarnos con los ojos de todo de todo lo que veíamos de los colores que fue lo primero más impactante, los enormes pájaros oscuros, los matorrales pequeños y poco frecuentes, las pequeñas y medianas montañas, las dunas de formas sensuales y excitantes! La inmensidad donde NO hay agua, donde pareciera que no hay vida, mas sí la hay, hay vida ahí oculta tras las dunas, bajo las piedras, bajo la inmensidad arena, hay vida de miles de años, caravanas de 100 camellos pastorados por los hombres blancos. Muy emotivo todo.

Hubiésemos querido parar a cada instante para fotografiar y poder hacerles más partícipes de estas experiencias, mas no estábamos solos, mas estábamos bien acompañados y nos sentíamos seguros de todo en todas las circunstancias. Nosotros estábamos para ellos, ellos estaban para nosotros. Todo era compartido, todo fue compartido.

La carretera nueva, año y medio de inaugurada, construida para llegar a la Presa más nueva y la segunda más grande de todo el África, aquí en el norte de Sudán.

Antes de llegar a Dongola, íbamos a atravesar el Río Nilo en palangana, un viaje por vehículo a la vez, mas nunca llegó el conductor de la palangana. Así que tuvimos que conducir del orden de 90 Km de más en medio del Desierto. Para decir la verdad a mi me dio mucho gusto ya que no veía que aquéllo fuese muy 'confiable'. Lo más interesante es que cuando nos aproximábamos al Río Nilo, había vegetación y un número incalculable de hermosas y sanas palmeras. Laurent dijo: Donde hay agua, hay vida..

Fue el trayecto más largo conduciendo del orden de 8 horas conduciendo -solo paramos para cargar gasolina cuando la hubo-, para llegar hasta Dongola, Reinado Akhgru, al noreste de Sudan a tan solo 300 Km frontera con Egipto, para una visita al Rey Abdullah Alzabir Al-Malik.

Con amor, Sonia

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