Mariana,
Leí tu última carta en la que señalas algunas cosas, como nuestra forma de escribirte o hablarte, tienes mucha razón, a veces por cariño perdemos la dimensión de las personas y acabamos lastimando.
Muy a propósito te recuerdo que, gracias a ti, Coca y Ray hoy son eso, simplemente Coca y Ray, en lugar de los abuelitos, título que en lugar de cariñoso nos hubiera doblado haciéndonos sentir seguramente mucho más viejos.
Sobre el tiemo transcurrido y lo que falta en tu recuperación, una bonita reflexión sacada de un libro de Michael Ende, escritor alemán (1929-1995), autor del libro "Momo". "Momo" es una niña como de 12 años que no tiene papás, nombre ni apellido, casa ni familia. Sólo se le conoce como la niña "Momo". Ah..pero tiene algo muy valioso: posee una valiosa cualidad: SABER ESCUCHAR, y sólo eso la hace tan querida y tan visitada.
Un día la fue a visitar uno de sus tantos amigos, "Beppo" (un barrendero del pueblo) la visita se dio en lo que ella había tomado como casa (eran unas ruinas abandonadas que el pueblo conocía como el anfiteatro). Beppo llegó, se sentó frente a Momo y le empezó a contar lo mal que estaba. Se sentía muy cansado y desesperado sin saber qué hacer en ese momento. Momo escuchó sin interrumpir como ella sabía. Cuando Beppo terminó de hablar, ella lo tomó de las manos y le dijo: "Beppo, lo que a ti te pasa, según escuché, es que, al empezar a trabajar, levantas la cara y ves lo largo de la calle por barrer y esto automáticamente te aflige. Cambia de forma y actitud, al empezar a trabajar, da un paso y barre otro paso y barre y así, hasta terminar. Cuando esto ocurra, voltea la cara y verás la calle hermosa y limpia, te darás cuenta de que atrás va quedando plasmado el resultado de tu esfuerzo y la muestra de tu hermoso trabajo."
Mariana, me parece una reflexión muy a modo para este momento de tu vida. No es una semana, dos, tres o más semanas lo que falta para tu recuperación. Es más la forma de enfrentar el tiempo y creo que Momo nos dice cómo: "Un paso y otro, y otro más" y así hasta que la luz verde del semáforo te diga "siga" y, como Beppo, puedas voltear la cara para ver atrás como una PRUEBA SUPERADA por ti, queda para la historia.
Paso a paso se hace camino al andar. Mariana, en tu recuparación no pienses en el tiempo. Vive hoy con sobrada esperanza y con mucha alegría.
Ray
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