viernes, octubre 09, 2009

Una historia 'sudanesa' para Mariana

Breve historia para tí Mariana:

En la prirmera semana que llegamos a Khartoum, todo todo es nuevo e inconcientemente buscas reconocer sonidos, olores, colores, texturas, construcciones, ou cualquier cosa que te identifique con nuestras costumbres y experiencias obtenidas anteriormente. Y vamos diciendo -Ah- eso ya lo conocía; ah las mayoría de las construcciones son como en el resto del mundo...; ah esa construcción es diferente de lo que había visto; ah me recuerdo ahora del "olor" particular de los negros; ah ese sonido es como en Canadá? ou México? ou cualquier lugar ya conocido....; ah hay árboles a pesar que estamos en medio del Desierto; ah esos árboles se parecen a los de Mozambique...

Y de inmediato, por no decir simultáneamente, pasas al plano de lo desconocido para empezar a "aceptar u rechazar" lo que empieza como nuevo-agradable, o desagrdable; O nuevo atractivo; o nuevo-desafiante.

En esos sentires tan simples como complejos, vi y reconocí con mucha sorpresa agradable que había algunas aves en Khartoum!!! y que volaban alrededor de la casa y que había cantares que ya conocía y murmullos que me gustan. Entre esos, identifiqué dos palomas que llegaban con insistencia a lo alto de la puerta principal murmullando, arrumándose. Me sentí fascinada de saber que había palomas en medio de este tórrido e inclemente clima.

Para mi sorpresa, al tercer día vi que los palomos estaban en lo alto de la puerta acurrucados hasta altas horas de la noche.... me imaginé que se irían cuando se abriese la puerta para entrar y salir y sintieran el movimiento.

Durante el día comenzaron en la casa -como casi todos los días hasta hoy mismo-, actividades de pintores, electricistas, plomeros, a entrar y salir... al mismo tiempo observé que las palomas iban y venían a veces asustadas de los ruidos de los trabajadores, a veces se iban tan lejos que ya no las veía. Mas entrada la noche y la calma, fui a ver a través de cada ventana como lo hago casi siempre para tratar de identificarme con el lugar donde estoy.

Al quinto día la sopresa fue mucho mayor, los palomos seguían ahí arriba de la puerta y habían construido un nidito tan simple con unas cuantas varitas!, nada complicado ni ultra tejido como los que conocemos en México ou en Canadá; ahí estaban los dos descansando, hasta arriba del dintel de la puerta.

A partir de entonces, la paloma se quedó echada y el palomo iba y venía. Unos días después la paloma no se movía, siempre echada, solo la veía que se volteaba a la derecha ou a la izquierda, no más. El palomo llegaba y le proveía de comida.

Una buena mañana de estos días que estaba afuera de la casa, la paloma se levantó y se fue y cuál sorpresa, subí veloz a ver porqué se había ido? Oh my God, vi dos huevitos hermositos, blancos blancos que imaginé calientitos. Llamé al guardia para que viese el nidito y los dos huevitos, estaba feliz y sorprendido.

Los guardias dicen que los palomos están aquí y vinieron a poner sus huevitos en la puerta porque Laurent y yo llegamos y que ellos llegaron con nosotros. De otra forma estarían en otro lado.....

Para ellos tiene una sigfnificación importante este hecho. Me ha dado cuenta que los sudaneses son bastante espirituales, ellos no dejan nada a la posibilidad para ellos nada es coincidencia, todo tiene un porqué.

El viernes 25 de Septiembre nació el primer hijito!!!, estaba chiquitito y lindo como de peluche, la mamá lo alimentaba con su pico y lo guardaba y protegía abajo de ella que seguía maternalmente echada. Para mi sorpresa hasta 5 días después el miércoles 30 nació el segundo hijito!!! y bueno ahora imaginarás que el primero se ve mucho más grande que el segundo.

Bueno y que te cuento toda la historia porque ahora veo al más grande, ya más crecido y se asoma desde arriba, como si estuviese en un balconcito. La mamá duerme con ellos y durante el día se va y viene en diferentes horas a alimentarlos con su pico. Es fabuloso como trabaja ella para poder alimentar a los dos! porque como imaginarás Mariana, el primero siempre quiere comer más que el chiquito. La alimentación es un ritual, como que se balancea de arriba a abajo y ellos se estiran lo más que pueden para casi entrar al pico de la paloma.

Toda esta histoira te la platico porque ya pronto volarán, ya veo sus alitas muy crecidas. Los guardias han dado el seguimento a todo y están muy pendientes de lo que pasa.

Fíjate que un día llegó un guardia y me dijo: -Madam, soñé que los pajaritos ya se habían ido y me puse triste, mas llegué en el amanecer y ya los volví a ver y ahora estoy feliz otra vez-. Mas, -madam usted "sabe" que debe "saber"... que ya pronto van a volar, verdad?- -Entonces no se ponga triste cuando se vayan, es normal-......

Con todo mi cariño para tí Mariana!

Sonia

PS Continua el relato fotográfico. Si es que te lo puedo enviar!

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