Otra vez Mariana

Quiero (voy a) ir al cine y comerme una crepa de Nutela. Y palomitas. Grandes.

Quiero (voy a) ir un sábado a casa de Coca y Ray. Y comerme una torta de frijoles. Y platicar con todos.

Quiero (voy a) sentarme y ponerme a escribir en la computadora. O a mano, no importa.

Quiero (voy a) hacer tarea. Extraño el diseño.

Quiero (voy a) preparar un panqué de plátano. Y ponerle chispas de chocolate. Y nueces (creo que va a saber bien).

Quiero (voy a) comerme unas chalupas de Mago. En casa de Lilya.

Ultimamente, bueno, en realidad, desde que comenzó todo esto, he estado haciendo una larga lista de "quieros", deseos que tengo y cosas que me gustaría hacer llegando a Puebla. Hoy no fue un buen día. Esa larga lista se desmorona cada vez que tengo días como hoy. Línea por línea la lista se va borrando. Mejor dicho, la lista se hace mas fuerte, se hace enorme y las palabras que resaltan son QUIERO, una lista enorme de QUIEROS en Arial Black de 18 puntos. Todo parece ser tan solo simples ilusiones ridículas, como de una niña pidiendo deseos a su monedita que descansa en el fondo de la fuente. Hoy no fue un buen día y mi lista la cargo cada vez mas pesada, hasta que me aplasta y me desmorono yo también. De pronto los deseos se vuelven ridículos y demasiado buenos para ser ciertos y me desmorono. Lo que por momentos logro comprender es que no importa ser esa niña frente a la fuente, porque ni sus deseos, ni los míos, son ridículos. Son grandes y muy reales.

Por fortuna tengo aquí a mi mamá que es muy sabia en muchas cosas y ella me lo recuerda, mi lista no debe ser una sucesión de QUIEROS, sino de VOY A, para que se transforme no en una ilusión sino en una meta, en un propósito. Debo visualizarme en el cine con mi crepa y llevando el panqué de plátano el sábado a casa de Ray y Coca. Si se convierte en un propósito se requiere de fuerza y no de magia para cumplirlo y esa la tengo y la tengo en grandes proporciones (creo que inversamente proporcional a mi tamaño) así, esta lista se cumple porque voy a cumplir todos mis propósitos.

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En las noticias del Centro.

Platicando con mis papás, llegamos a la conclusión de que lo mejor es que me quede aquí las 12 semanas que marca en el programa, de este modo tendré mi tiempo de recuperación completo. Así que a mediados de noviembre me tendrán de regreso, no puedo esperar.

Los quiero mucho.  Mariana.