miércoles, octubre 14, 2009

La recta final

Así como dices, Mariana, así pasa en las carreras. Hay veces que cuanto más cerca está la meta, más trabajo cuesta mantener el paso. Hay carreras en que el recorrido da vueltas por aquí y por allá, y saliendo de una de tantas vueltas, pum, allí está la meta, y ni se siente. Hay otras en que hay una larga recta final, y puede uno ver la meta desde un kilómetro antes, y la meta no parece acercarse por más que uno sigue corriendo ---a Olesya le chocan esas carreras.

Lo que aprende uno es que nada más hay que seguir corriendo, y tarde o temprano cruzas la meta. Hay días que uno puede apretar el paso y no perder la concentración, y hay días en que simplemente sigue uno dando pasos, como sea, sólo para cruzar la meta. Lo bueno es que en ambos casos la carrera cuenta, y tu tiempo aparece en la lista de los que terminaron, y te regresas a la casa sintiendo que "ya lograste algo en el día, a pesar de que apenas son las 9:00 am del domingo". Y se siente bien. Y te tomas un descanso, y a lo que sigue.

Nada más sigue dando pasos, uno a la vez, y la meta va a llegar. Y entonces te das un apapacho, te tomas un descanso, y a lo que sigue.

Gabo

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