Duro aprendizaje......

Querida Mariana, me alegra ver que disfrutaste el 15 de septiembre, de ese modo es más fácil cada día y mantener una noción adecuada del tiempo. Gracias también por compartir fotos tuyas con nosotros, tú mirada al igual que antes transmite paz interior. Nuevamente quiero comentarte dos cosas importantes, la primera es que a través de tú blog entre en contacto con el de tú papá y el de tú tío y no sabía cuantos sentimientos se pueden transmitir a través de este medio, es absolutamente increible. Leí algunos de los escritos (de ambos) y nuevamente se me salieron las lágrimas, encontre cosas que no esperaba ( frases de amor, frases poéticas, ejemplos de vida, etc..) pero sobre todo encontre un canal de comunicación con Dios, un canal que existe en tu familia y me senti muy pequeña, casi nada. Yo a veces pensaba que rezar el angelito de la guarda todas las noches con mis hijos era suficiente, ahora se que me he quedado corta todos estos años, hay tantas cosas que decirle a un hijo, que aprender!!!. Mariana, siento que cada día cambias mi vida, me estas transmitiendo tu resposabilidad de amor con el mundo y no se como hacer frente a todas estas cosas. Estoy tan rodeada (sobre todo en mi trabajo) de gente que no cree en Dios que aveces es mas fácil hacer lo mismo y eso me hace sentir mal, a veces hasta se ríen de mis comentarios de fé.... Como hacer lo que tu haces con tanta facilidad???? La otra cosa que te quiero comentar es la siguiente, es para decirte que tengas paciencia, todo tiene su tiempo de recuperación. En diciembre del 2005, (7 meses antes de ir a Bosotn) tuve miocarditis (una inflamación del corazon). Como consecuencia de la miocarditis desarrolle migraña basilar (es un migraña que se localiza en el cerebelo, una de la áreas más delicadas del cerebro). Cuando tuve la primer crisis, pase en el hospital 6 días y apensa podia hablar, desde luego no podía cuidar a mis hijos por el esfuerzo para el corazón (no cargarlos, no llevarlos a la cama, no hacerles de comer, nada, solo reposo). Nos comentaron que no podía tener mas crisis porque la localización era muy peligrosas y dejaría consecuencias. Para el 15 de diciembre tuve una segunda crisis en casa, enfrente de mis hijos, esta vez fue peor, caí al piso, hablaba como si estuviera ebria y no sabía que pasaba; regrese al hospital y sali para fin de año. No hubo grandes daños cerebrales, pero mi corazón estaba peor y tardaría meses en recuperarse. Pasaron los días y yo solo podía caminar en el departamento sin hacer nada. Al igual que en tu caso, hubo ángeles que cuidaron de mis hijos y mi esposo durante 6 meses. La recuperación fue lenta, sobre todo la capacidad de pensar, escribir, recordar lo que leía, concentrarme en algo (la inflamación cerebral tardaría tiempo en desaparecer). Después de un par de meses nos avisaron que había ganado la beca para el postdoctorado en Boston y yo aún no podía viajar. Fueron 3 meses mas de espera para poder tener autorización del cardiólogo y del neurólogo para viajar. LLegó a su tiempo, mi corazón mejoro y mi cerebro volvió a funcionar de manera casi normal. La familia (nosotros 4) intentaríamos reunirnos como familia en Boston, todos habíamos pagado un precio muy alto. Paciencia fue lo que nos ayudo a salir adelante, sobre todo a los niños. Paciencia fue lo que me ayudó a entender que tardaría en darme cuenta de que ponerme un zapato negro y uno azúl no era grave, paciencia fue lo que ayudo a Fer a darse cuenta que volverle a decir Te quiero a su mamá no estaba mal (lo dejo de hacer cuando me vio enferma, no queria sufrir mas y se alejo de mí). Paciencia Mariana, Dios te la ha dado, Cariño Mariana, Dios te lo ha dado, Felicidad Mariana, Dios te la ha dado, todo viene en un solo paquete para tí: se llama tu FAMILIA. Con cariño Isabel Isabel Sada-Ovalle M.D., PhD.