martes, septiembre 22, 2009

Hola sobrina (media hija) adorada;

Como el poema de José Hernández llegaste a ese centro de rehabilitación con tres heridas: la de la voz, la de la movilidad y la de la deglución. Ya vas por menos sobrina, progresando cada vez más, aunque bajo tu perspectiva el progreso sea demasiado lento y para los que te vemos una vez a la semana sea muy rápido. Estás progresando, todos los notamos y sabemos que cada día es un día menos para que puedas ir a casa y continuar con tu vida, con una vida plena como lo ha sido hasta ahora.
Tengo muchas ganas de visitarte porque ya me enteré que estás estrenando tu voz y quiero platicar contigo bajo esa nueva modalidad. Hace varios días que no he podido estar ahí contigo. Por un motivo u otro se me han complicado las tardes. Ayer, por ejemplo, tuve que estar a las 6 de la tarde en mi baticueva porque tuve una cita con una señora que va a hacer la limpieza. La verdad es que la baticueva es muy pequeña y yo mismo podría hacerlo, pero ya ves, como casi todos los de mi género soy un inútil para esas faenas.
Pronto estaré físicamente por ahí, aunque debes saber que siempre estás en mi mente y en mi corazón, no te abandono ni por un instante, eso que quede bien claro. Espero que en la próxima visita no me encuentre con una película musical de más de 40 años (bueno, al menos hubo un par de buenas canciones). Si nos van a poner un musical al menos que sea “Moulin Rouge”, no? Hay de musicales a musicales. Es broma, pero es en serio.
Te mando un beso.

Tu tío Pablo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario